Cirugía refractiva

El ojo humano es como una cámara fotográfica. Tenemos unas lentes (córnea y cristalino) que enfocan las imágenes del exterior sobre una pantalla o película fotográfica (retina).

El cristalino joven, es una lente de potencia variable, de forma que en visión próxima es más esférica para enfocar con más potencia, y en visión lejana es menos esférica. Cuando la imagen no se enfoca correctamente sobre la retina, estando todos los medios transparentes, nos encontramos con los defectos de refracción:

  • Miopía:
    La imagen se enfoca por delante de la retina.
  • Hipermetropía
    : La imagen se enfoca por detrás de la retina.
  • Astigmatismo:
    La cornea en vez de ser esférica es oval y genera una imagen desenfocada.
  • Presbicia o vista cansada
    : La capacidad del cristalino para variar su forma en función de si enfoca de cerca o lejos se pierde y por ello el paciente présbita no puede enfocar en visión

Todos estos defectos se corrigen habitualmente con gafas o lentes de contacto. 

Con las técnicas de cirugía refractiva conseguimos reducir o eliminar la dependencia de las gafas o las lentes de contacto para tener una visión correcta.

Se entiende por Cirugía Refractiva  todas aquellas técnicas quirúrgicas  que se emplean para corregir los defectos de refracción mencionados en esta sección.

Más información

¿Qué es la miopía?

La miopía es un defecto refractivo producido durante la infancia o la adolescencia que consiste en el alargamiento en longitud del globo ocular. Es por ello que las imágenes que normalmente se enfocan en la retina, en el caso de los miopes, se enfocan por delante de la misma. A mayor alargamiento axial del globo ocular, mayor número de dioptrías de miopía.

Típicamente el paciente miope presenta una visión lejana deficiente y una buena visión próxima. Cuantas más dioptrías de miopía, peor es la visión lejana y más se ha de aproximar a un objeto para verlo de cerca.

Normalmente la miopía se estabiliza hacia los veinte años de edad, pero en algunos casos continúa aumentando, llegando a cifras elevadas de dioptrías de miopía. No existe ningún marcador que nos indique la estabilización de la miopía, sólo la historia de la evolución de la misma.

¿Qué es la hipermetropía?

La hipermetropía es un defecto refractivo en que el ojo es más corto de lo habitual. Es por ello que las imágenes que atraviesan córnea y cristalino, se enfocan por detrás de la retina. A menor longitud  axial ocular, más dioptrías de hipermetropía tiene el paciente.

Pequeños grados de hipermetropía pueden ser compensados por el cristalino, pero este esfuerzo de compensación puede producir síntomas de fatiga visual, especialmente en el trabajo en visión próxima.

Las hipermetropías elevadas no pueden ser compensadas y el paciente requiere el uso de gafas o lentes de contacto.

¿Qué es el astigmatismo?

La córnea normal es redonda, todos sus meridianos enfocan en un punto. La córnea astigmática es oval y en lugar de crear un punto focal, genera una línea focal. Enfocar esa línea en la retina no es posible. Las lentes que corrigen el astigmatismo transforman esa línea focal en un punto focal.

Los pacientes con astigmatismo ven borroso de cerca y de lejos, y no pueden compensar de ninguna manera su defecto.

El astigmatismo se puede combinar tanto con la miopía como con la hipermetropía en el mismo ojo.

¿Qué es la presbicia o vista cansada?

El cristalino tiene la capacidad de variar su forma en función de si miramos un objeto lejano o próximo. Es más esférico si trabajamos en visión próxima, y es más ovalado si utilizamos la visión lejana. Esto lo realiza gracias a la función de un pequeño músculo llamado músculo ciliar.

Esta capacidad de variar su forma por la contracción del músculo ciliar, se va perdiendo a lo largo de la vida, al mismo tiempo que el cristalino pierde su elasticidad y aumenta su rigidez. Es alrededor de los 42-45 años en que el trabajo a la distancia de lectura no puede realizarse correctamente y para enfocar de cerca el paciente présbita tiende a alejar el objeto para poderlo enfocar.

La presbicia es el defecto de refracción más común ya que afecta al 100% de la población a partir de la década de los cuarenta.

Alrededor de los 50-53 años, se ha perdido toda la capacidad de enfocar de cerca y la presbicia se estabiliza.

La presbicia se corrige con gafas  de potencia positiva, que van siendo de potencia mayor conforme la capacidad de enfocar de cerca se va perdiendo. Recientemente en algunos casos se puede utilizar lentes de contacto progresivas.